25 Años del Seminario Interdiocesano «La Encarnación» de Resistencia

El pasado jueves 25 de marzo, día de la Anunciación del Señor, el Seminario Interdiocesano “La Encarnación” de Resistencia realizó la celebración central de su Año Jubilar por los 25 años de su creación. Bajo el lema: “Permanencia en Cristo, fidelidad del discípulo».

La celebración central del jubileo comenzó a las 18.00 con la conferencia del Cardenal Jorge Bergoglio, quien se refirió al tema “La formación del presbítero hoy. Dimensiones intelectual, comunitaria, apostólica y espiritual”.

El arzobispo de Buenos Aires, llamó a una formación permanente que signifique “no perder la forma”, sino “conservar e incrementar esa forma vital –vida plena- con la que el Espíritu configura el corazón sacerdotal a imagen del corazón de Cristo, Buen Pastor”.
 “No dejar que se disuelva ni que se mezcle (sincretismo). No dejar que quede relativizada entre los paréntesis de la ciencia. No perder la forma apacentadora por impaciencia. No permitir que se endurezca farisaicamente. No perder la forma sólida de la doctrina que da vida ni por indiscreción ni por infidelidad. Que el Señor nos conceda permanecer en esta forma y comunicarla a los demás”, subrayó.
El primado argentino hizo estas afirmaciones ante un millar de seminaristas y sacerdotes del Nordeste Argentino.

La casa de formación sacerdotal alberga a jóvenes provenientes de las arquidiócesis de Corrientes y Resistencia, y las diócesis de Goya, Reconquista, San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña y Formosa.

Allí, el cardenal Bergoglio destacó que la dimensión espiritual es lo principal en la formación sacerdotal y valoró la entrega, tiempo y dedicación de los equipos de formadores en los Seminarios, a los que consideró “insustituibles” en esta época virtual. También se refirió a la primacía de la fe y al protagonismo del Espíritu Santo en la elección vocacional.

Luego, el purpurado porteño presidió la Santa Misa concelebrada por los arzobispos Fabriciano Sigampa, de Resistencia, y Andrés Stanovnik, de Corrientes, y los obispos Hugo Barbaro, de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña; Ramón Dus, de Reconquista; José Conejero Gallego, de Formosa; Juan Martínez, de Posadas; Ricardo Faifer, de Goya; Joaquín Piña, emérito de Puerto Iguazú; Domingo Castagna, emérito de Corrientes; y José Sartori, emérito de San Roque de Presidencia Roque Saénz Peña.

En un momento de la Eucaristía, el rector del Seminario, presbítero Adolfo Canecín, que cumplía años y celebrada 22 años de ordenación sacerdotal, obsequió a los prelados presentes y sacerdotes formadores estolas con los logotipos del Año Sacerdotal y por los 25 años del Seminario.

Para finalizar, compartieron un ágape fraterno a la canasta y la animación musical del conjunto Neike Chamigo del Padre Julián Zini.

Breve Reseña
La celebración jubilar de los 25 años de nuestro Seminario hace memoria de su creación el 25 de marzo del año 1985, siendo arzobispo de Resistencia, monseñor Juan José Iriarte; comenzando a funcionar como Seminario Mayor Interdiocesano del Nordeste Argentino el 20 de abril de ese mismo año, bajo el amparo de la Virgen María en su advocación de «Nuestra Señora de la Encarnación».

El edificio donde funciona esta Casa de Formación Sacerdotal había sido construido muchos años atrás, en tiempos del primer obispo de Resistencia, monseñor Nicolás de Carlo. En este lugar comenzó a funcionar, el 3 de abril de 1954,  un preseminario a cargo de las religiosas de San José, quienes atendían la escuela primaria junto a dos sacerdotes diocesanos, el P. Doll Gamallo y el P. Dante Sandrelli. Luego fue utilizado para otras instancias de formación y pastoral hasta llegar a la Creación del Seminario Mayor en 1985.

El Seminario Mayor, como don de Dios para estas iglesias, es fruto de una etapa madura de la Región Pastoral del Nordeste Argentino iniciada a fines de los años 50, pero fundamentalmente es fruto del impulso consolidado del Concilio Vaticano II. El sueño de tantos obispos, sacerdotes y de un laicado participativo de tener un seminario en la región se vio hecho realidad. Y gracias a la generosidad de la Diócesis de San Isidro, que envió los primeros sacerdotes formadores, se hizo posible el inicio de este camino de formación sacerdotal; para luego continuar a cargo de los sacerdotes de la región, hasta el presente.

 

Ver mas imagenes en Galería de Fotos

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*